La filosofía presocrática comprende a un conjunto heterogéneo de filósofos y escuelas filosóficas griegas anteriores a Sócrates. También llamados "físicos" por preocuparse por temas que refieren a la fisis (physis), es decir, la naturaleza.
Si bien existen notorias diferencias entre los muchos filósofos y escuelas presocráticas, puede decirse, en términos generales, que los presocráticos coincidieron en el intento de ofrecer una explicación racional [λόγος] del Universo [κόσμος] en lugar de hacerlo mediante mitos [μύθοι] a la manera de los poetas Homero y Hesíodo. Tales explicaciones se limitaban, frecuentemente, a la postulación de un primer principio, arjé [πρώτη αρχή] o elemento [στοιχείον] de todas las cosas existentes [τά όντα].
Pero cabe dejar en claro que en este principio no era entendido como originario de todas las cosas, ya que los griegos no tenían una idea de creación del universo a partir de la nada, sino que era concebido como un elemento común presente en la naturaleza, a partir del cual, luego, se conformaría el resto.
Ahora bien, sobre cuáles eran dichos principios y de qué naturaleza, sus ideas diferían bastante. Para algunos, el principio podía ser cualquiera de los llamados "cuatro elementos" (tierra, agua, aire y fuego). Esto se ve principalmente en los primeros filósofos, quienes dieron el primer paso para superar la explicación mítica, retomando los elementos que antes eran encarnados por los dioses, y ahora, serían metafísicos. Por otra parte, en el caso de Empédocles, por ejemplo, se trataba de los cuatro elementos considerados conjuntamente más otros dos principios: el amor [φιλία] y la lucha [νείκος]. Para otros presocráticos, en cambio, existía un único principio que podía ser una sustancia infinita o indeterminada [τό άπειρον], o bien el pensamiento [νούς] e incluso el ser [τό όν].
Aristóteles fue el primero en referirise a los presocráticos como filósofos "físicos" [οι φυσικοί] y les atribuyó esta búsqueda del αρχή como rasgo distintivo. Con todo, algunos comentaristas contemporáneos (v. gr. H. Cherniss: Aristotle's Criticism of Plato and the Academy) consideran que el criterio aristotélico es erróneo. En efecto: si bien es cierto que algunos filósofos presocráticos sostienen que el Universo está formado por un principio natural —como el aire [αήρ], en el caso de Anaxímenes—, no es menos cierto que, en el caso de otros filósofos —como Tales o Heráclito, para quienes el agua [ύδωρ] o el fuego [πύρ], respectivamente, constituyen el principio generador de todo lo que existe—, los elementos serían meros "precursores" del cosmos (cf. G. S. Kirk & J. E. Raven: The Presocratic Philosophers), o bien complejas metáforas que en realidad no supondrían la existencia de un elemento concreto como principio fundante. Tal podría ser el caso de Heráclito, quien podría utilizar el fuego como símbolo para representar el devenir "...fuego que se enciende según medida y se apaga según medida".
CRONOLOGÍA:
